La iniciativa, bautizada como “Agosto sin merluza austral en el plato”, surge como respuesta a la necesidad de preservar la especie ante la preocupante situación de sobreexplotación que enfrenta. Cada año, nuestro país exporta alrededor de 11 mil toneladas de productos relacionados con la merluza, lo que implica que solo una fracción minoritaria de la producción se destina al consumo local.
La veda implica la restricción absoluta de la captura de merluza austral en las aguas del sur de Chile, específicamente desde la región de Los Lagos hasta Magallanes.
En consecuencia, durante este período, queda prohibida la comercialización, extracción, procesamiento, almacenamiento y transporte de merluza en todo el país, según ha indicado el organismo.
Como cierre, desde la institución se hace un enfático llamado al respeto de esta veda, instando a los consumidores a optar por otras variedades de pescado, con el fin de evitar la depredación de estos ejemplares y asegurar su disponibilidad en los años venideros.