El accidente, que involucró un Embraer Legacy 600 de Prigozhin, ocurrió aproximadamente 300 kilómetros al noroeste de Moscú mientras el avión volaba desde la capital rusa hacia San Petersburgo. La identidad de los ocupantes fue confirmada mediante análisis de ADN, según el CIR.
Dentro de la aeronave también se encontraba Dmitri Utkin, el principal comandante y cofundador de la compañía de mercenarios, quien previamente había sido un oficial de la inteligencia militar rusa (GRU) y había participado en conflictos en Chechenia, Siria y Ucrania. Valeri Chekálov, encargado de la seguridad personal de Prigozhin y de parte de sus negocios, y recientemente sancionado por Estados Unidos, también estaba entre los ocupantes.
Las causas exactas del siniestro aún no han sido esclarecidas, y las investigaciones consideran diversas posibilidades, incluyendo una explosión a bordo, problemas técnicos o errores de pilotaje. Algunos medios han especulado sobre la posibilidad de que la aeronave haya sido derribada, ya sea intencionalmente o por error, por misiles de las unidades de defensa antiaérea que protegen la residencia del presidente ruso, Vladímir Putin, la cual se encuentra en las cercanías de la ruta del avión.
El Kremlin ha rechazado de manera enfática las acusaciones provenientes de la oposición y de políticos occidentales, quienes sugieren que Putin podría estar involucrado en el accidente del avión de Prigozhin. Dmitri Peskov, el portavoz de la presidencia rusa, calificó estas afirmaciones como «absolutas mentiras».
CVZ-RTL