El asalto ocurrió pasada la medianoche, cuando los guardias del ministerio recibieron una llamada telefónica de alguien que afirmaba ser el ministro Jackson. El impostor informó a los guardias que había sufrido un accidente y que necesitaba recuperar algunos artículos urgentemente. Con astucia, les ordenó recoger todas las computadoras notebooks ubicadas entre el piso dos y seis del edificio.
Actuando bajo la apariencia de la autoridad, los delincuentes lograron que los vigilantes reunieran 23 notebooks y, luego, recibieron un segundo mensaje donde les indicaron que los cómplices estaban esperando fuera del recinto y que debían extraer una caja de seguridad que se encontraba en el quinto piso, específicamente en la tesorería.
Sin sospechar la trama, uno de los guardias acompañó a los tres individuos vestidos con overoles blancos hasta el quinto piso. Una vez allí, los hombres se apoderaron de la caja de seguridad, cuyo contenido aún no se ha revelado, y también tomaron los equipos computacionales. Rápidamente, los delincuentes cargaron su botín en el vehículo que habían empleado para su huida y se esfumaron.
Fue solo después de este sorprendente suceso que los guardias se dieron cuenta de que habían sido víctimas de un astuto robo. Sin perder tiempo, informaron a las autoridades de Carabineros, quienes iniciaron las investigaciones pertinentes. El caso está siendo atendido por el OS-9, Labocar y el OS-10 de la policía uniformada, quienes trabajan incansablemente para esclarecer los detalles de este audaz delito y dar con los responsables.
