La argentina Miriam Bianchi, más conocida por su nombre artístico “Gilda”, y algunos de sus grandes éxitos musicales dentro de la cumbia latina de los años ´90, tales como; “No me arrepiento de este amor”; “Fuiste”; “No te quedes afuera”, entre tantos otros que suenan a diario hasta hoy en distintas radioemisoras de diferentes países, es recordada en esta fecha especial al cumplirse un nuevo año desde que perdió la vida en un fatal accidente automovilístico.
“Gilda”, en su adolescencia inició las carreras de maestra jardinera y profesorado de Educación Física, sin embargo, debió interrumpirlas a sus 16 años de edad al fallecer su padre, debiendo hacerse cargo del hogar. Al tiempo conoció a su pareja con quien se casó y tuvo dos hijos, guardando aún para sí su pasión por la música y el deseo secreto de convertirse en cantante.
Un día cualquiera, Miriam “Gilda” Bianchi, leyó un aviso en un periódico, en el que pedían vocalistas para un grupo musical. El tono de su voz y su carisma le hicieron ganar un lugar en una banda de género tropical, consiguiendo el apoyo de su familia después de una fuerte oposición, para que incursionara en el mundo del espectáculo.
Así, Miriam se convirtió en “Gilda”, en honor a la “mujer fatal” (concepto que se refiere a una mujer que utiliza su sexualidad para manipular a los hombres) que encarnaba Rita Hayworth, en la película del mismo nombre.
En los inicios de su carrera artística conoció a “Toti Giménez”, compositor y tecladista, quien más tarde se convertiría en su pareja. Y, según dicen quienes conocieron de cerca a la cantante, es el hombre encargado de forjar la leyenda de “Gilda”. Fue él quien la convenció de lanzarse como solista y la apoyó en la lucha contra las compañías disqueras, que en ese entonces creían que el mundo de la música popular era exclusivo para voces masculinas.
“Gilda” así empezó una corta pero exitosa carrera musical, logrando muchos discos de oro, platino y doble platino.
Dentro de su historia, se comenta que días antes del trágico viaje, cambió la letra de su canción “No es mi despedida”, que luego sería un gran éxito para sus fans. En ese tema anticipaba su partida y les decía adiós a sus seres queridos. Nadie pudo explicar por qué causa modificó el texto.
Finalmente el 7 de septiembre del año 1.996, en el kilómetro #129 de la ruta 12, camino a “Chajarí” (Entre Ríos), un camión chocó de frente al bus donde viajaba, embistiendo de forma simultánea a dos automóviles que circulaban por la autopista.
De las veinte personas que viajaban, sólo uno salió ileso sin heridas. Toti y Fabricio (hijo menor), se salvaron milagrosamente, mientras que “Gilda”, su madre, su hija Mariel, tres de sus músicos y el chofer del autobús fallecieron.
Desde su muerte muchos fans le atribuyen la condición de santa, debido a que según ellos, realiza milagros.
En el año 2.016 se estrenó la película sobre su vida; “Gilda, no me arrepiento de este amor”, protagonizada por Natalia Oreiro.
Hasta hoy, su legado musical sigue presente en su fanaticada y las nuevas generaciones a quienes se les traspasa su cultura, por eso, este año 2.023, de cara al Mundial de Fútbol Femenino, la empresa “Noblex” en conjunto con una agencia creativa de Buenos Aires, Argentina, y el que era su sello discográfico “Entretenimiento Líder”, lograron recrear la voz de “Gilda” con inteligencia artificial en una emocionante publicidad, estrenada en la web hace casi dos meses y que ya supera los 4 millones de reproducciones.
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V. B. – RTL
