“Lamentamos algunos hechos de violencia que se hayan suscitado en esta sesión y por ello pido disculpas”, manifestó este miércoles el presidente de la Cámara de Diputados, Freddy Mamani, al dirigirse a la población boliviana en una rueda de prensa en La Paz.
El legislador, del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), aseguró que las agresiones mutuas entre legisladores de oposición y oficialismo “se dilucidarán en la comisión de ética” parlamentaria para establecer responsabilidades.
La sesión de interpelación al ministro de Gobierno (Interior), Eduardo Del Castillo, desencadenó agresiones a golpe de puño entre el senador Henry Montero, de la opositora Creemos, y el diputado Antonio Colque, del MAS.
También fueron parte de una gresca con jalones de pelo y arañazos la diputada del MAS María Álvarez y la opositora Tatiana Áñez.
El “golpe de Estado”
Aquella sesión desnudó las tensiones políticas en torno a los sucesos de la crisis política de 2019 que derivó en la renuncia de Evo Morales a la Presidencia, entre opositores que consideran que hubo un fraude electoral y masistas que refieren que fue un “golpe de Estado”.
Mamani mencionó que en la sesión parlamentaria se eludieron algunos procedimientos fijados en el reglamento de debates y que eso derivó en la gresca entre legisladores, aunque desde el bando contrario se acusó al ministro Del Castillo de provocar esa tensión.
Entre tanto, los diputados de Creemos anunciaron que formalizarán una denuncia por “faltas graves y gravísimas” contra sus colegas del MAS Colque y Álvarez, tras valorar que fueron ellos quienes comenzaron las agresiones físicas, respaldándose en las imágenes que circularon en redes sociales y medios de comunicación.
Jeanine Áñez en el foco
La comparecencia de Del Castillo en el Parlamento se debió a una solicitud de Creemos para hacerle consultas por la detención de la expresidenta interina Jeanine Áñez, recluida preventivamente en una cárcel de La Paz por el caso llamado “golpe de Estado”.
Áñez y sus exministros Álvaro Coímbra y Rodrigo Guzmán están detenidos acusados por terrorismo, sedición y conspiración a raíz de una denuncia que interpuso ante la Fiscalía del país la exlegisladora del MAS Lidia Patty.
Esa denuncia también involucra a exjefes militares y policiales, otros exministros de Áñez, además del gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, y su padre José Luis Camacho Parada.
Desde el Gobierno se ha reiterado que este proceso busca justicia, mientras que la oposición considera que es un arma de persecución en su contra.
