La denuncia fue hecha pública a través de las redes sociales por Carolina Cors, madre de la fallecida, Catalina Cayazaya Cors, quien compartió una extensa carta en su cuenta de Instagram. En respuesta, la universidad emitió una declaración pública también compartida en las redes sociales, expresando su dolor por la pérdida y el sufrimiento de la familia, amigos y allegados de Catalina.
La institución se ha comprometido a llevar a cabo una investigación exhaustiva para determinar cualquier responsabilidad relacionada con el caso. Además, se revisarán los sistemas de prácticas y vínculos con los campos clínicos para asegurar un ambiente seguro para los estudiantes.
La declaración de la universidad reafirma su rechazo total a cualquier forma de maltrato y su compromiso de mantener un ambiente de aprendizaje respetuoso y amable, fomentando la escucha, el diálogo y la acogida.
Como parte de las medidas adoptadas, se implementará un protocolo de intervención en casos de riesgo y conductas suicidas, y se ofrecerá un servicio de apoyo psicológico dentro de la institución.
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