Carolina estaba en su departamento, ubicado en el tercer piso de la torre B del condominio Miramar, en la zona de dunas que Viña del Mar comparte con Concón. Ella relata: “Estaba recostada en mi cama, medio adormecida junto a mi hijo, cuando de repente la lluvia comenzó a azotar con violencia sobre una canaleta bastante precaria que habían construido. De manera repentina, esta canaleta se desbordó de forma explosiva, liberando un torrente de agua inmenso. La duna comenzó a colapsar y a tragarse la calle”.
Carolina enfatiza su frustración: “En esta situación, todos parecen lavarse las manos, nadie nos ha brindado ayuda, y hemos pasado por momentos muy difíciles”.
CVZ-RTL