“Con esmero”- afirma el fiscal regional de Coquimbo, Adrián Vega- se mantienen las diligencias en terreno para encontrar al astrofísico británico Thomas Marsh (61), desaparecido el 16 de septiembre durante un viaje al Observatorio La Silla, ubicado en el límite norte de la Región de Coquimbo, en la comuna de La Higuera.
El investigador fue visto por última vez ese viernes, hace 18 días, y aún no hay certeza de su paradero, aunque las indagatorias han llevado a formar una idea, aún temprana, de su posible trayecto entre dos puntos clave, el telescopio de ESO en territorio nacional y el hotel donde estaba hospedado, en los mismos paños de la compañía.
“Se están desplegando todos los medios humanos y materiales posibles en el sector aledaño al Observatorio La Silla, para ir rescatando ciertos terrenos de interés y otros en que nos ha ido llegado alguna evidencia, que estamos verificando en laboratorios si corresponden al señor Marsh y, por ende, ubicarlo de modo más preciso en el terreno”, indicó ayer el fiscal Vega sobre las labores que se han desarrollado en los últimos días y que continuarán hasta “agotar todos los medios posibles”.
Nuevas evidencias de posible trayecto
En relación a las evidencias, el fiscal regional indicó ante las preguntas de la prensa que son “secreto de investigación” y agregó que “todo lo que se ha levantado en el lugar, se ha analizado científicamente” para “guiar” la búsqueda.
Asimismo, mencionó que “hay signos o indicios de ciertos sectores que pudo haber caminado” el astrofísico el día de su desaparición.
Aunque el fiscal no entró en el detalle de los mismos, fuentes de El Día explican por qué estos indicios son vitales para el despliegue que se realiza estos días. Recordemos que en principio era un terreno de 3 mil hectáreas, donde se desplegaron más de 70 funcionarios, por lo que esta “búsqueda compartimentada”, ha debido ir acotándose, y así lo han permitido los avances.
Estos trabajos, cabe mencionar, han sido apoyados por canes, drones e incluso el avión vigía C-52, que cuenta con cámara térmica para encontrar nuevas pistas del paradero del científico.
Según lo indagado por nuestro medio, las labores se concentran en las cercanías del Cerro La Silla, donde, desde una vía pavimentada, Marsh pudo haber bajado y transitado por quebradas y senderos del mismo terreno. (Ver fotografía)
Las evidencias lo situarían en ese lugar, hasta cierto punto en que su rastro se desvanece. Desde ahí, los esfuerzos están centrados en poder encontrar más indicios, que permitan seguir reconstruyendo ese camino en particular y dilucidar la dirección que pudo haber tomado, labor cuyo éxito podría resolver el caso, o esa es al menos la esperanza de quienes trabajan en el rastreo.
Una búsqueda compleja en desaparición permanente
Esta es la tercera semana desde la desaparición de Tom Marsh, el astrónomo llegó el 14 de septiembre a Chile en medio de un viaje de observación a La Silla. Dos días después, se perdió su rastro y el 20 del mismo mes el caso se difundió a través de una publicación de El Día, jornada en la que se confirmaron además los despliegues policiales y comenzó a escalar, siendo replicado por medios británicos, que recogieron a la vez las primeras declaraciones de familiares.
Una enigmática y poco común desaparición, ya que, como también señaló ayer el fiscal regional, los casos de presuntas desgracias son resueltos a los pocos días, en una tasa sobre el 90%, según cifras de la Policía de Investigaciones (PDI).
En la región, particularmente, resuenan otras “desapariciones permanentes”, de personas que hasta la fecha no logran ser ubicadas- aún después de años- ni se ha podido resolver la incógnita sobre el paradero de un cuerpo, en caso de que hallan fallecido. En esta situación están, por ejemplo, el argentino Marcos Roldan, perdido desde el 2013 en el Valle de Elqui; José Luis García (27), desde el 2016, y Carlos Díaz Gálvez (23) desde 2020. Estos últimos en La Serena.
Para evitar seguir sumando historias similares, el trabajo ha sido arduo y ha dado algunos avances, aunque aún sin resultados concretos, ante la mirada atenta no solo desde Chile.
Consultado por los medios, el fiscal Adrián Vega descartó presiones desde el extranjero y defendió el trabajo de Fiscalía en el caso.
“El Ministerio Público trabaja todos los casos de esta naturaleza del mismo modo, desafortunadamente, aún no hemos encontrado a Thomas, como es en general en los extravíos de personas y presuntas desgracias, por lo tanto no existen presiones y estamos en contacto permanente con las autoridades policiales británicas, a través de la Unidad de Asuntos Internacionales de la Fiscalía, como con la familia, a través de quien habla y la unidad respectiva de testigos y víctimas”, dijo.
Por otro lado, reafirmó que la investigación continúa bajo la línea de encontrarlo con vida.
“Que se encuentre con vida o no, no es una tesis, es un hecho si es que yo no tengo evidencia de que él esté fallecido”, dijo el persecutor, un predicamento metodológico que, según recalcó, se mantiene mientras no cambie el escenario.
“El ímpetu y la moral están bien altas para hacerlo”, indicó.
El testigo clave y las evidencias sobre la mesa
La tarea ha involucrado el empadronamiento de trabajadores y astrónomos de La Silla, y otras personas que podrían aportar a su búsqueda. Un testimonio clave es el de la última persona que estuvo en contacto con él, en particular un estudiante que lo acompañaba en su viaje a Chile y que, según información de El Día, ha dejado el país.
Según indicaron fuentes de este medio, esta persona habría tenido una discusión con Tom Marsh, aunque dicho antecedente no ha hecho variar el foco de la investigación, como comentaba Vega, ya que el incidente no revelaría ninguna tesis incriminatoria.
“Es un testigo y no puedo revelar dónde se encuentra, pero sí puedo señalar que estuvo siempre disponible a la investigación y va a estar disponible ante las autoridades competentes para identificar cualquier asunto que debamos ratificar o ampliar la investigación. Él sigue manteniendo la calidad de testigo mientras no haya evidencia de un crimen o simple delito cometido (…) no existe un antecedente de alguna discusión o una especie de altercado que nos diera un móvil para pensar algo distinto a una conversación entre profesionales”, aseguró.
De momento, algunas de las evidencias que se han logrado levantar son las pertenencias del astrónomo, en su habitación, las llaves encontradas en el camino al observatorio y nuevos elementos que están aún en análisis para determinar si corresponden o no a Thomas Marsh.
DATOS
Pertenencias: Las primeras evidencias encontradas fueron las pertenencias de Tom Marsh en la habitación donde hospedaba. Entre ellas incluso su pasaporte.
Las llaves: Se fijó el trayecto desde el hotel al observatorio, donde se encontraron sus llaves, según reveló El Día.
Un acompañante: Se confirmó la presencia de un acompañante, un estudiante que vino a Chile con Marsh y que habría tenido una discusión con el astrónomo, según fuentes de El Día.
Reconstruyendo camino: En la reconstrucción de su camino al telescopio, se hallaron indicios de que pudo tomar un sendero por el Cerro La Silla.