Las investigaciones revelan que los implicados mantenían una relación de amistad con la víctima, quien tenía su estatus legal en Chile. Mediante un minucioso análisis de las cámaras de seguridad, las autoridades lograron identificar a los responsables, y gracias a la colaboración de Labocar y OS-9 de Carabineros, se pudo establecer que el grupo de jóvenes se había reunido previamente en una casa okupa, donde presuntamente cometieron el asesinato.
De acuerdo con las primeras hipótesis, el crimen habría sido motivado por una supuesta deuda. Entre los detenidos, se encuentra una mujer acusada de encubrimiento, quienes habrían participado en este trágico suceso.