El doctor Renato Ocampo, especialista en enfermedades infecciosas del HRT, ha resaltado que las inundaciones conllevan riesgos para la salud tanto durante el evento como en las semanas posteriores. Además de las lesiones físicas accidentales, las personas están propensas a enfrentar múltiples problemas de salud en el periodo subsiguiente, entre ellos, enfermedades gastrointestinales como la diarrea y la hepatitis viral aguda. También advirtió sobre el peligro de contraer tétanos debido a la contaminación de heridas por agua o elementos contaminados, así como la posibilidad de infecciones respiratorias virales.
El doctor Ocampo destacó la importancia de prevenir las enfermedades gastrointestinales mediante el consumo de agua segura, ya sea potable, envasada o hervida. Asimismo, subrayó la necesidad de consumir alimentos en buen estado, recordando la interrupción de la cadena de frío durante estos eventos. Respecto a la hepatitis, resaltó la relevancia de las vacunas y exhortó a quienes hayan estado en contacto con aguas residuales en zonas afectadas a buscar la vacunación en su centro de salud cercano o en operativos médicos en el área. Para prevenir el tétanos, indicó que las personas deberían recurrir a su centro de salud local para recibir la atención y la vacunación necesarias.
El especialista hizo hincapié en que la mayoría de estas enfermedades pueden ser tratadas en los centros de salud primarios, como SAPU, SAR, Cesfam y postas, o por profesionales capacitados en terreno. Los casos más graves deben ser atendidos en el servicio de urgencias del hospital, concluyó.
Por su parte, el doctor Sergio Jaime, experto en neumología de la Unidad de Pacientes Críticos (UPC) del HRT, explicó que las secuelas de estos eventos climáticos conllevan una serie de procesos distintos. En la primera etapa, cuando las lluvias fuerzan a la población a resguardarse en sus hogares, se genera un riesgo potencial de contagio debido a la reducida ventilación de los espacios, lo que promueve la propagación de infecciones virales. Durante el evento, la exposición a la humedad resultante de las inundaciones puede afectar las vías respiratorias y debilitar las defensas naturales del organismo, especialmente en aquellos con patologías respiratorias crónicas, lo que puede desencadenar síntomas respiratorios con mayor facilidad.
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