Analía Maldonado, de 40 años, desapareció el 17 de abril, en la localidad de Los Toldos, Provincia de Buenos Aires, Argentina. La última vez que se había visto a la mujer fue mientras mantenía una discusión con su pareja, un fisicoculturista llamado Samuel Llanos.
Pero el drama quedó en evidencia tres días después, cuando el cuerpo de Maldonado fue encontrado en una bolsa a un costado de un camino.
La autopsia reveló que la mujer fue brutalmente asesinada: fue golpeada y luego estrangulada hasta la muerte. Su cuerpo después fue quemado y colocado en una bolsa para ser abandonado en un camino rural.
Tras confirmar el crimen, las autoridades acusaron a Llanos. El imputado se negó a declarar ante el fiscal y fue detenido.
La “bienvenida”
La brutalidad del crimen junto a la actitud del acusado generó un gran revuelo en toda Argentina. Incluso, la prensa argentina bautizó a Maldonado como la “peluquera del pueblo”.
El fisicoculturista fue trasladado a la Unidad Penal 49 de la localidad de Junín, Provincia de Buenos Aires. Pero lo que no sabían las autoridades era que varios reclusos esperaban a Llanos para darle una “bienvenida”.
Apenas el hombre ingresó al recinto carcelario, los presos lo acorralaron y lo golpearon hasta desfigurarle la cara.
Llanos quedó con la nariz totalmente rota y lleno hematomas en la cara. Ahora la defensa del hombre solicitaría su reclusión en un pabellón especial, para estar totalmente aislado del resto de la población penal, pues se cree que su vida está en peligro.
Según la prensa local, Llanos fue acusado por los delitos de “homicidio agravado por el vínculo y por ser la víctima una mujer mediante la violencia de género (femicidio)”.