Según reveló la PDI, una monja de 80 años, quien fue llevada a declarar junto a otra religiosa el martes pasado, admitió haber sacado la maleta con el cadáver, tras haber realizado un pacto con una amiga fallecida hace un año.
“La maleta fue abandonada por una persona adulta mayor, por lo que se llevó a cabo un seguimiento y una investigación detallada, casa por casa, hasta localizar a esta persona en un domicilio en la calle Los Jardines”, detalló el subprefecto Juan Fonseca, jefe de la Brigada de Homicidios Metropolitana.
Fonseca explicó que durante el procedimiento llevado a cabo el martes en la vivienda, se encontraron a tres mujeres, dos de ellas religiosas, madre e hija, quienes fueron trasladadas a dependencias de la Brigada de Homicidios Metropolitana para ser interrogadas y puestas a disposición del Ministerio Público.
Al ser cuestionado sobre el reciclador inicialmente sospechoso de haber dejado la maleta en la vía pública, Fonseca aclaró que este individuo simplemente encontró la maleta, la abrió, percibió un olor desagradable, la soltó y luego ocurrieron los eventos posteriores.
Respecto al pacto entre la monja y la víctima, Fonseca señaló que “llegó una tercera religiosa, hija de la dueña de casa, a cuidar a su madre, quien aparentemente podría tener algún trastorno, lo cual está siendo investigado”. Añadió que “esta persona de 80 años realizó un pacto con su amiga fallecida hace un año y la mantuvo en la maleta por el afecto que le tenía, manifestando que ninguna de las dos se denunciaría en caso de fallecimiento”.
El subprefecto precisó que este pacto implicaba no realizar denuncias ni inscripciones, comprometiéndose a cuidarse mutuamente hasta el final de sus días.
Sobre la muerte de la víctima, Fonseca afirmó que la religiosa estaba cuidando a su amiga debido a una enfermedad que esta padecía. Aclaró que en el cuerpo no se encontraron lesiones traumáticas visibles y que se están realizando pericias en el Servicio Médico Legal para determinar la identidad del cadáver.
“Encontramos un bolso con una identificación que podría corresponder a la fallecida, pero estamos esperando confirmación científica”, aseguró.
En cuanto a la fecha de la muerte de la víctima, la monja indicó que ocurrió en abril del año pasado, lo que coincide con el tiempo mínimo de seis meses estimado por la PDI.
Al preguntarle por qué abandonó el cuerpo, la monja explicó que probablemente debido a algún trastorno, en un momento de conciencia, decidió darle una sepultura al dejarla en la esquina.
El caso continúa en desarrollo…
cvz-rtl
