Con una inversión de 56 millones de dólares, la nueva cárcel de Talca se erige como la más avanzada de Sudamérica, con capacidad para albergar a 2.320 internos en 14 módulos. Ubicada en el sector de La Laguna, esta instalación destaca por su infraestructura de vanguardia y modernos sistemas de control.
El penal incorpora tecnología de punta, como un sistema de reconocimiento facial y una sala de monitoreo equipada con la mayor cantidad de cámaras de vigilancia en cualquier centro penitenciario de Chile, concentrando el 30% de las cámaras operativas en cárceles del país. Además, cuenta con una franja de seguridad compuesta por 8 garitas de vigilancia y un completo sistema de control vehicular.
El subsecretario de Justicia, Jaime Gajardo, subrayó en entrevista con Meganoticias la importancia de la tecnología implementada, destacando que “el sistema de cámaras nos permite saber qué está haciendo cada interno en todo momento”.
Más allá de la seguridad, la cárcel se enfoca en la reinserción social, con talleres, un liceo y un centro de trabajo agrícola en evaluación, lo que busca reducir la reincidencia y ofrecer oportunidades a los reclusos.
El complejo penitenciario también incluye una unidad de salud penal y una central de producción de alimentos para internos y gendarmes. Se espera que la cárcel esté plenamente operativa a finales de 2024, marcando un hito en el sistema penitenciario chileno.
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