Se trataría de un bono similar al entregado el año pasado -en aquella oportunidad por un monto de $500 mil- y que se gestionó mediante la plataforma del Servicio de Impuestos Internos (SII): los potenciales beneficiarios debían cumplir con el requisito legal de tener una disminución de un 30% o más en sus remuneraciones de julio de 2020 respecto del promedio de ingresos totales de 2019.
Conforme a trascendidos de Gobierno, el nuevo aporte tendría características similares, pero con respaldos y exigencias actualizadas. ¿La razón? evitar que ocurra otra vez que trabajadores dependientes presenten diferencias entre el monto que autodeclaren como sueldo tributable y el real calculado a partir de las cotizaciones previsionales o de lo efectivamente percibido.
En aquella oportunidad fueron 437.703 personas las que tuvieron que devolver el aporte en la Tesorería General de la República.
Por tanto, para evitar que vuelva a suceder algo similar, la gestión de este eventual bono se haría netamente sobre la base de datos administrativos, detalló diario El Mercurio.
En paralelo, se estaría trabajando en nuevas alternativas de préstamos blandos también para los sectores medios.
Al respecto, el ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, comentó la mañana de este miércoles que algo se anunciará en los próximos días durante un Encuentro Económico organizado por el Diario Financiero.
“Es importante que el Gobierno y el Estado estén al lado de las familias apoyando los ingresos de los más afectados. Van a seguir viendo más medidas de apoyo en los próximos días. La pandemia no se ha acabado”, dijo el jefe de las arcas fiscales sin profundizar en detalles.