Durante una reunión convocada por el Presidente Lula da Silva en Brasil, Boric destacó la colaboración con Venezuela para abordar la crisis migratoria en la región norte de su propio país. Sin embargo, también enfatizó la importancia de respetar los derechos humanos y afirmó que no se puede ignorar la grave situación que enfrentan los venezolanos, describiéndola como una realidad seria y no una mera construcción narrativa.
Como presidente de izquierda, Boric consideró fundamental expresar esta discrepancia directamente al Presidente Nicolás Maduro en su primera oportunidad de encontrarse. Asimismo, hizo un llamado a levantar las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea, argumentando que estas medidas afectan negativamente al pueblo venezolano y dificultan su progreso.
En resumen, el Presidente Gabriel Boric valoró la participación de Venezuela en la reunión multilateral, pero no dejó de destacar la importancia de respetar los derechos humanos. Al mismo tiempo, instó a levantar las sanciones impuestas a Venezuela, ya que considera que perjudican a la población y no logran debilitar a los gobernantes.