Este método fraudulento permite clonar la información de las tarjetas para luego cometer fraudes en las cuentas bancarias de las víctimas.
Este modus operandi, inicialmente identificado en febrero en Córdoba y posteriormente en Buenos Aires, emplea un dispositivo que se coloca bajo la ranura por la que se introduce la tarjeta. Este dispositivo lee la información de la tarjeta y extrae un porcentaje monetario antes de que la tarjeta ingrese completamente en el cajero.
Según el diario Las Últimas Noticias, este método ha llegado a nuestro país. Aunque la PDI aún no ha recibido denuncias concretas, están al tanto de la situación y se mantienen en alerta.
El inspector Samuel Inzunza, de la Brigada de Delitos Económicos de la PDI, explicó que “los dispositivos fraudulentos colocados en el cajero leen los chips de las tarjetas, cumpliendo una función similar a los dispositivos POS, como los utilizados en tiendas y comercios en general”.
Inzunza añadió: “Cuando una persona inserta una tarjeta en el cajero, esta pasa por encima del dispositivo fraudulento, que de inmediato lee la información contenida en el chip. En Argentina, aunque los montos extraídos eran bajos, los grupos criminales lograban acumular grandes sumas debido al alto número de operaciones realizadas”.
Además, este método permite clonar la información de la tarjeta, lo que facilita la realización de fraudes en las cuentas bancarias de las víctimas.
Para prevenir ser víctima de este delito, el detective sugirió prestar atención a la presencia de «piezas sobrepuestas» en la ranura por donde se introduce la tarjeta y en el teclado numérico, con el objetivo de identificar posibles manipulaciones.
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