A principios de julio, los candidatos del PS-PPD-PL y Nuevo Trato, Paula Narváez, y del Frente Amplio, Gabriel Boric, coincidieron en Concepción y aceptaron una invitación para compartir un té y sopaipillas.
El encuentro se dio luego de la ruptura de las relaciones entre sus respectivos partidarios tras la fallida jornada de inscripción de primarias presidenciales que dejó a Narváez fuera de la contienda que mañana definirá a la carta de la izquierda entre Boric y el PC Daniel Jadue.
La cita incomodó a este último, quien criticó con dureza a sus socios de pacto al señalar que “cada vez que pueden no pierden la oportunidad de dar una señal hacia el mundo de la Concertación que nosotros queremos dejar atrás”.
En la antesala de las primarias de Apruebo Dignidad, Narváez señala que está disponible a conversar con cualquiera que se imponga en la contienda de mañana, que -incluso- invitó a tomar té a Jadue tras el episodio con Boric, pero que éste no respondió a su convocatoria.
¿Cuáles son sus planes para este domingo en que se desarrollarán las primarias de Apruebo Dignidad?
Me invitaron a asistir a programas y en la tarde vamos a estar pendientes de los resultados. Las primarias legales son un evento importante. Así que seguramente nos reuniremos con los compañeros del comando para una cosa informal.
¿Cuánto le ha pesado a su candidatura no participar del proceso de primarias legales?
Tiene un impacto que no es bueno, se pierde visibilidad y una tremenda oportunidad de dar a conocer tus ideas. Pero hay que recordar por qué no estamos: estas no son nuestras primarias y no lo fueron porque tanto el Frente Amplio como el PC vetaron nuestros apoyos. Nosotros queremos competir en nuestras propias primarias ciudadanas. Es una consistencia política, porque fue la ex Concertación la que diseñó su existencia para promover la participación de la ciudadanía y debatir ideas.
¿Cuáles son sus límites al mecanismo para definir a un candidato único de la centroizquierda, de la Unidad Constituyente?
Tenemos que llevar adelante un mecanismo que sea lo más democrático posible y que promueva la máxima participación posible. Eso tiene limitaciones logísticas, pero se puede apostar por la mejor opción que -para nosotros- es la primaria convencional que podría ser en un formato electrónico que -por supuesto- tiene que tener garantías. La encuesta no puede ser un mecanismo, porque han demostrado en la realidad que no reflejan lo que después pasa en las urnas. No podemos dejar en manos de encuestas la democracia, eso paga costos. Hay que ciudadanizar las decisiones de los partidos.
Hasta ahora usted ha estado compitiendo con una suerte de candidata fantasma -Yasna Provoste- que no ha aceptado, pero tampoco descartado una candidatura. ¿Ha hecho alguna gestión personal para despejar esa disyuntiva?
He estado compitiendo en mi campaña no con un fantasma sino con un hecho real: este gobierno y la derecha. Mi trabajo se ha enfocado en generar un programa serio pensando en los desafíos que palpo en la conversación con la gente en la calle. No estoy pensando en quiénes van a ser mis competidores. Eso distrae mi trabajo. Agrego que soy un actor político y siempre en mi accionar está presente el diálogo con todos los actores, pero por cuidar lo que estamos construyendo soy discreta en las cosas que hago.
Hay poco tiempo para decidir una candidatura única en su sector, porque las inscripciones son el 23 de agosto y no le da lo mismo esa situación, me imagino.
En la Unidad Constituyente ya tenemos ese diagnóstico sobre la candidatura única y es verdad que estamos al límite de nuestro tiempo, pero queda un espacio.
¿Si no se llega a un mecanismo tipo convención para dirimir un candidato, usted va a la primera vuelta?
No me pongo en ese escenario, porque quiero que resulten las conversaciones que están llevando adelante los partidos. Apuesto a que esos esfuerzos lleguen a buen puerto. El camino propio es muy delicado para nuestros propósitos de derrotar a la derecha.
Las primarias de este domingo no son sus primarias, lo señalaba usted. ¿Le es indiferente su resultado? ¿Que gane Jadue o Boric?
Cualquiera sea el resultado del domingo vamos a enfrentar lo que tenemos que enfrentar como sector político. Somos un sector comprometido con las transformaciones que se necesitan, con el pluralismo, la gobernabilidad y la responsabilidad de llevar adelante un programa de gobierno. Cualquiera sea el ganador de las primarias de la centroderecha será un continuador de este gobierno, como quien gane en la primaria de la izquierda más radical que es la que representa el PC y el Frente Amplio, tenemos que concentrarnos en lo que somos y nuestro proyecto.
No hay que ser analista política para deducir que su propuesta se parece más a la de Gabriel Boric…
No sé a la que se parece más. Más bien él se parece a la nuestra.
¿No representa un eventual triunfo de Boric un desafío adicional a su candidatura del que representa un triunfo de Jadue?
Independiente de quién resulte electo el trabajo que tenemos el día lunes es exactamente el mismo: tener el espacio para dar a conocer nuestras ideas.
Ese tipo de hipótesis son finalmente más bien de analistas, no necesariamente reflejan luego la realidad. No hay nada lineal, lo ha demostrado la realidad de los últimos tiempos.
¿No es más fácil tampoco entenderse con uno u otro?
Me puedo entender perfectamente bien con ambos. Si ponemos primero lo que es importante es posible ponerse de acuerdo. No tengo un prejuicio sobre eso, todo lo contrario, sea elegido uno u otro permite una oportunidad mayor para tender puentes. Con quien sea hay que ponerse de acuerdo por el bien superior del país y si somos parte de la oposición entendiendo lo dramático que sería para Chile que volviera a ganar la derecha.
Las señales públicas que han dado ellos hacen suponer que sería más fácil para usted entenderse con Boric. Con uno compartió sopaipillas y el otro se molestó…
Las sopaipillas a las que yo y Gabriel accedimos para mí son una muestra de que siempre es bueno la amistad cívica. Pero si el invitado hubiera sido Daniel Jadue, yo habría ido y dicho exactamente lo mismo que dije cuando acepté ir a tomar once con Gabriel.
¿Y Jadue habría tomado once con usted?
Yo espero que sí. Igual lo invité después, pero creo que quedando pocos días para la elección de primarias supongo que está ocupado. La invitación está abierta.
El PC particularmente ha hecho insinuaciones al mundo socialista a votar por Jadue en las primarias…
Todo eso es muy extraño. Primero llamar a votar a un sector que ellos vetaron, segundo que los personajes que hacen ese llamado sean personajes de los 30 años, de los que tanto reniegan. Todo parece ser una publicidad engañosa. No me voy a dejar provocar.
Hay un mundo de la centroizquierda que puede mirar con simpatía su opción, pero que va a votar mañana domingo en las primarias de Apruebo Dignidad por Gabriel Boric, ¿o no?
Puede pasar que mucha gente se sienta convocada, pero sí sé que se habrían sentido muchísimo más convocadas si yo hubiese estado en esa papeleta el domingo y quienes impidieron que yo estuviera en esa papeleta son los mismos que hoy convocan a esta amplia participación. Tener esta actitud inconsistente demuestra una manera de hacer las cosas que no comparto.
¿No le preocupa que parte de su electorado vaya mañana a votar en las primarias de Apruebo Dignidad?
No me puede preocupar que la gente participe, en democracia me interesa que la gente participe y vote. Mi desafío es que nuestro proyecto siga adelante con un rumbo claro. Si la gente se siente convocada a votar no lo puedo controlar y está bien que así sea, pero puedo controlar el trabajo serio y responsable que estoy haciendo. Esto tiene que ver con que nuestro sector político, que tiene un lugar importante en la historia del país, tenga una propuesta seria para Chile que se haga cargo de la fragilidad institucional en la que estamos, de un cambio en el modelo económico que supere el modelo neoliberal, y hacernos cargo de la pospandemia y del cambio climático.
Su propuesta se parece a la de Gabriel Boric. ¿Cuánto presiona y amenaza a su candidatura que él se imponga el domingo en las primarias?
Si esa propuesta tiene coincidencias con nuestra propuesta también hay coincidencias en algunas cosas con la propuesta del PC, necesitamos tiempo para que nuestras propuestas sean conocidas y puestas en valor para que sean viables. Si entendiera la política desde la lógica de la amenaza pierdo mi objetivo.
¿Le da lo mismo que se imponga Jadue o Boric en las primarias?
Cualquiera sea el escenario no existen los trajes a la medida, lo único que existe es el trabajo serio y responsable sobre nuestra propuesta, independiente de quien gane en las primarias de la oposición o de Chile Vamos.
¿Puede sentarse a conversar con Jadue o Boric el día después?
Una persona que valora la democracia tiene que superar los momentos que no sean los más felices con la tranquilidad de que no los provoqué yo. Lo que no puede ocurrirle a Chile es que haya un nuevo gobierno de la derecha.
Los cuestionamientos a la viabilidad de su candidatura la han perseguido desde que aceptó este desafío. ¿Está descartada su bajada de la carrera presidencial?
He asumido esto desde el día uno con una enorme responsabilidad con quienes me convocaron y las expectativas que tienen quienes se han sumado a esta candidatura. Trabajaré hasta el final, soy una persona de alto nivel de resistencia y de tolerancia, sobre todo cuando tengo clara una meta. No soy yo la que no ha estado dispuesta a competir.
¿Alguien en su partido le ha dicho a la cara que es voluntarista en su candidatura?
Nadie me ha dicho a mí nada a la cara. Lo que encuentro es a los directivos del partido participando en las instancias de campaña, a los parlamentarios en terreno trabajando y entusiasmados. Están los del PPD, liberales y de Nuevo Trato también. Si hay esas voces tendrían que decir quiénes son, dónde están y decir su opinión de forma transparente.
¿Cuando levantó su opción pensó que el camino sería tan difícil?
El camino ha sido muy difícil. Nunca había estado involucrada directamente en temas internos del partido, no tenía el pulso directo de la situación política interna por una parte y otra cosa es estar en un contexto de país distinto a nuestra historia y con pandemia. Con todo lo difícil que ha sido volvería al día en que envié mi renuncia a las Naciones Unidas y la volvería a mandar. Volvería a renunciar a Naciones Unidas por estar en este momento. Sigo pensando que se necesita la valentía de asumir un proyecto político de un sector tan importante como el socialismo democrático. Corresponde que una persona que ha dedicado su vida a lo público, en el momento más álgido, en vez de restarse, se suba pagando todos los costos que hay que pagar. No importa.
¿Cómo ve con la perspectiva del tiempo el respaldo de la expresidenta Bachelet? ¿Terminó siendo una dificultad?
Siempre estaré agradecida del apoyo de las miles de mujeres que firmaron esa carta de respaldo. Por supuesto del apoyo de la Presidenta Bachelet. Me siento honrada, pero esta candidatura tiene una potencia que trasciende ese hecho.