La superficie cubierta por el magma es de 267,5 hectáreas y los kilómetros de carreteras afectados alcanzan los 23,1, de los que 21,5 están destruidos, según este recuento, que corresponde a las 07:08 horas del 28 de septiembre.
Estas estimaciones de Copernicus están realizadas antes de que en la noche del miércoles la lava avanzara y alcanzara el mar en el municipio de Tazacorte.
La llegada de la colada al mar está formando una densa nube de vapor de agua y algunos gases que no representan un peligro para la salud, además de estar creando un delta que “poco a poco gana terreno al mar”.
En declaraciones a Efe, el vulcanólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) Joan Martín señaló que la cantidad de gases que desprende la lava al entrar en contacto con el agua del mar es pequeña y se dispersará de forma “muy rápida”, por lo que la afección será “muy local” y no habrá problemas si se siguen las recomendaciones de las autoridades.
Los expertos han aconsejado a los vecinos de la localidades próximas a la zona de Tazacorte, por donde entró anoche la lava al mar, que extremen las medidas de precaución y se mantengan confinados en sus hogares, donde se les recomienda el cierre de puertas y ventanas para evitar la entrada de gases desde el exterior.
En la misma línea, el Cabildo de La Palma ha recomendado a los vecinos confinados que se mantengan fuera de la zona de exclusión y ha añadido que no se permitirá el acceso a las zonas evacuadas.
Desde su entrada en el mar, antes de la media noche de ayer martes, la lava está formando un delta en la costa de Tazacorte que “poco a poco gana terreno” a las aguas marinas, adelantó el Instituto Español de Oceanografía (IEO).