Uno de los aspectos más preocupantes es la situación de 14 puentes que han sido afectados por las inclemencias del tiempo. A pesar de estos desafíos, se está trabajando progresivamente en la rehabilitación de las vías de comunicación, con el objetivo central de restablecer la conectividad en los puntos más estratégicos del Maule. La Gobernadora subrayó la importancia de asegurar la distribución de alimentos y suministros a las áreas más remotas, considerando este aspecto como prioritario en las labores de recuperación.
En términos numéricos, más de 32 mil personas se han visto damnificadas por el temporal, lo que subraya la magnitud de la situación. Adicionalmente, la región ha establecido 54 albergues que actualmente acogen a más de 648 personas afectadas por las condiciones climáticas adversas.
Cristina Bravo, quien ha supervisado personalmente gran parte de la región, ha identificado los cortes de caminos como el problema más urgente originado por las fuertes lluvias. Estos cortes han sido causados por factores como socavones, caída de árboles y deslizamientos de tierra, lo que ha resultado en más de 200 puntos donde las rutas se han visto interrumpidas. Sin embargo, la situación ha mostrado una mejora gradual a medida que transcurren los días y se intensifican los esfuerzos de recuperación.
La Gobernadora resaltó que las precipitaciones acumuladas en la región han alcanzado un promedio de 222 mm, lo que representa un exceso del 132% en comparación con un agosto promedio (según INIA, 2023). Aunque el agua es crucial para la agricultura, la concentración rápida de lluvias ha llevado a una saturación acelerada del suelo, resultando en un aumento significativo de los caudales de ríos y afluentes. Esto ha desencadenado inundaciones en diversas áreas de la región, impactando negativamente los cultivos de frutas, la infraestructura de riego, así como la ganadería y la apicultura, sectores que también requieren apoyo para su recuperación.
La Gobernadora Bravo destacó la importancia de dos líneas de acción prioritarias: la restauración de la conectividad para permitir que los residentes del Maule regresen a sus trabajos y escuelas, y la rehabilitación de los sectores agrícola y turístico, especialmente en las zonas pre-cordilleranas de la región. Hizo hincapié en la necesidad de una colaboración coordinada para lograr la reconstrucción deseada, concluyendo que la unidad es fundamental para superar los desafíos actuales y avanzar en la recuperación de la región del Maule.
