El gremio enfatizó que es necesario “preservar y no afectar” aquellas actividades que “han demostrado ser seguras y que han funcionado correctamente para mantener el adecuado abastecimiento de la población”.
“Entendemos la dificultad que tiene la autoridad en controlar actividades privadas, sin embargo, seguir afectando actividades que han demostrado ser seguras para sólo generar una ‘sensación’ de mayor control de la pandemia versus el costo para las libertades personales, el empleo y la recuperación de esta crisis, nos parece desproporcionado y equivocado”, dijo el gerente general de la CCS, Carlos Soublette.
Entre las medidas anunciadas esta mañana en el balance diario del Ministerio de Salud, se encuentran una nueva definición de bienes esenciales de uso doméstico, la eliminación de giros esenciales como la venta de vestuario y calzado, y una mayor limitación de las actividades consideradas esenciales, además de adelantar el toque de queda a las 21:00 horas.
“Con gran esfuerzo la economía ha logrado ir recuperando puestos de cientos de trabajadores, y medidas como estas vuelven a afectarlos. Somos los primeros interesados en resguardar la salud en un contexto en que el 80% de la población se encuentra en Fase 1. Sin embargo, las medidas que se dispongan deben buscar el equilibrio para mantener el abastecimiento de la población y no dañar más la sostenibilidad del empleo”, indicó Soublette.
El representante del comercio planteó que las nuevas definiciones podrían ser inconstitucionales y recalcó la necesidad de asegurar espacios de comercio controlados y con todas las medidas de seguridad para que las personas no se sientan forzadas a recurrir al comercio informal y clandestino, donde se facilita la propagación masiva del virus.