La embarcación tiene un enfoque científico y permitirá realizar investigaciones en la Antártida y sus aguas. Durante la ceremonia, el mandatario destacó que “desde la Armada se ha llevado a cabo una hazaña al fabricar el primer rompehielos construido íntegramente en Sudamérica”.
Asimismo, subrayó que la construcción del buque demuestra que es posible “retomar parte de la industria en nuestro país”.
El Presidente, resaltó la importancia de este proyecto frente a la crisis climática: “Proteger la Antártida es también proteger el futuro de la vida de nuestro planeta. El continente antártico es uno de los principales reguladores del clima mundial y Chile es uno de los principales custodios de este territorio. Chile es un país esencialmente antártico, con vocación antártica, que es la principal puerta de entrada a la Antártida para el resto del mundo”.
El mandatario agradeció a la expresidenta Michelle Bachelet (2006-2010, 2014-2018), quien estuvo presente en la ceremonia, por impulsar la construcción del rompehielos en 2017. “Es importante que los mandatarios tengan una visión que vaya más allá del período presidencial, pensando en la patria”, indicó el presidente.
También en la ocasión, se anunció que en enero de 2025 el Presidente Boric visitará el Polo Sur, convirtiéndose en el primer mandatario en realizar este viaje. “Así como en su momento el Presidente Gabriel González Videla (1946-1952) fue el primer presidente de una república, no sólo de Chile, en pisar el territorio antártico, esta será la primera ocasión en que un Presidente también visita el Polo Sur”.
El buque comenzó a construirse en 2018 por los Astilleros y Maestranzas de la Armada (ASMAR), y fue lanzado al mar en diciembre de 2022. La inversión fue de 216 millones de dólares, convirtiéndose en el proyecto de construcción naval más importante en el país sudamericano y el primer buque rompehielos construido en Sudamérica.
Otros países que cuentan con buques rompehielos científicos antárticos son Brasil, Estados Unidos, España, Alemania y Corea. Chile tenía un antiguo buque rompehielos, también llamado Almirante Viel, que era obsoleto en lo técnico y logístico: permitía transportar a los científicos, pero no operar a bordo, y solo realizaba viajes de investigación en verano.
El “nuevo” buque pesa 10.500 toneladas y es capaz de romper un metro de hielo a una velocidad de tres nudos (5,4 km/h). Puede operar a una temperatura de -30°C, tiene un alcance de 14 mil millas, autonomía para operar 60 días y su velocidad máxima es de 15 nudos (27,7 km/h).
La embarcación podrá transportar 34 científicos, además de 86 tripulantes. Cuenta con laboratorios químicos, micro y macro biológicos, y equipos para la recolección y almacenamiento de muestras que permitirán investigar a bordo la oceanografía, hidrografía y fauna marina.
Se prevé que en diciembre de este año la nave arribe a Punta Arenas y realice su primera investigación en enero de 2025. La Armada informó que entre las funciones del buque también está el abastecimiento de bases antárticas, la vigilancia de la zona marítima austral y el apoyo en tareas de rescate y salvamento con equipos especializados.
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