Según informó el medio local El Pingüino, los hechos ocurrieron de manera repetida a fines de 2018 y principios de 2019, cuando la víctima tenía 11 años. Durante ese periodo, el profesor realizó tocamientos indebidos a la menor mientras esta jugaba al taca-taca en las instalaciones del colegio. También se han registrado actos de contenido sexual cuando la estudiante se desplazaba entre clases o ingresaba al establecimiento.
El Juzgado de Garantía de Punta Arenas condenó al docente a tres años y un día de presidio menor en su grado máximo. No obstante, se le ha concedido la pena sustitutiva de libertad vigilada intensiva debido al cumplimiento de los requisitos.
En consecuencia, el condenado deberá participar en un programa de actividades enfocado en su reintegración social. Además, se ha decretado la pena de inhabilitación absoluta de cargos u oficios públicos mientras dure la condena y su nombre será ingresado en el registro de personas con prohibición para trabajar con menores de edad.