En 2018 la Cámara de Diputados implementó un nuevo sistema para proveer de combustible a los vehículos que utilizan los parlamentarios para desplegarse por el país. Se desechó el sistema de rendición de facturas y les entregaron unas tarjetas que sirven para cargar bencina o diesel en las principales empresas distribuidoras del rubro. Cada tarjeta tiene un monto asignado, un RUT y una patente. Se suponía que con esa fórmula el control de los gastos de los diputados sería más estricto. Pero el mecanismo ya muestra fisuras.
El diputado Cristóbal Urruticoechea, del Partido Republicano, le dijo a CIPER que no había ningún problema con sus gastos y que “todo estaba en orden”. Pero eso no es cierto. Sus familiares aparecen repetidas veces en los registros oficiales de carga de bencina, algo que está fuera del marco normativo. Según el reglamento, solo los diputados y sus asesores pueden utilizar las tarjetas de bencina que la corporación les facilita para que ejerzan su labor parlamentaria. No pueden utilizarlas ni familiares, ni amigos, ni socios políticos. El diputado Urruticoechea es el vivo ejemplo de cómo esa norma no se respeta.
Su esposa, su hijo, y un excandidato a concejal por la comuna de Los Ángeles figuran cargando bencina en automóviles con las tarjetas de la Cámara de Diputados. Ella, Tamara Küpfer Moller, cargó bencina en, al menos, 38 ocasiones; su hijo, Ignacio Urruticoechea, aparece en los registros realizando una carga de 34 litros de diesel el 18 de enero de 2021 en San Bernardo, y de nuevo el 16 de julio de 2022 en una bomba de bencina de Concón. Esa vez la carga fue por $46.413.
No es el único parlamentario que aparece con familiares cargando bencina con dinero fiscal. El registro de la diputada Claudia Mix (Comunes) anota a su hija, y en el de la diputada Viviana Delgado (Ecologista Verde) aparece su marido. Y aunque el sistema es flexible, desde la Cámara de Diputados señalaron que la bencina con cargo fiscal debiera utilizarse únicamente para las labores propias de los congresistas.
La Cámara de Diputados le entrega a cada parlamentario tarjetas de bencina. Una por cada compañía con la que tienen convenio: Copec, Shell y Petrobras. Esas tarjetas son personales e intransferibles, en el plástico se registra el número de patente del vehículo y el número de la tarjeta. Cada una tiene un cupo mensual limitado y su utilización debiera ceñirse a la normativa. Hay algunos controles, por ejemplo, que quien carga bencina utilizando esa tarjeta debe dictar su número de RUT y una clave al bombero que lo atiende en la estación de servicio, y este debe dejar consignada la cifra que figura en el odómetro (el cuentakilómetros) del automóvil al momento de realizar la carga. Los controles son laxos y no difíciles de burlar.
CIPER tuvo acceso a parte de los registros de la Cámara de Diputados, la que trabaja con las tres distribuidoras más grandes de combustible (Copec, Shell y Petrobras), y pudo analizar algunas de las cargas realizadas con las tarjetas que utilizan los parlamentarios y sus asesores, entre 2018 y 2022. En la revisión de esos antecedentes aparecieron las gruesas irregularidades. Y también algunas preguntas que, por ahora, no tienen respuesta. Por ejemplo, por qué en una de las cargas de diesel que realizó el hijo del diputado Urruticoechea la numeración del odómetro no coincide con los registros previos. Si en la carga anterior el vehículo del diputado anotó 160.376 kilómetros recorridos, cuando su hijo fue a cargar, el cuentakilómetros marcó 8.458.
¿Cómo se explica? Una opción es que en realidad Ignacio Urruticoechea Küpfer, hijo del parlamentario, haya utilizado la tarjeta de su padre para cargar bencina en otro vehículo. Si bien eso está fuera de norma, es posible. Solo depende de que el bombero de la estación de servicio esté dispuesto a saltarse las reglas. Hay antecedentes. El diputado Boris Barrera (PC) denunció que en enero de 2020 le robaron su tarjeta de bencina. Con ella realizaron cargas de combustible por $1,7 millones durante todo ese mes. Se cargaron otros automóviles, aunque el registro oficial asocia esas cargas al vehículo del diputado comunista.
Según el presidente del Consejo Resolutivo de Asignaciones, el exsenador Rabindranath Quinteros (PS), la norma es clara al señalar que solo se pueden cargar los automóviles asignados al trabajo parlamentario: “Hay una cantidad determinada de recursos para combustible. Ese combustible va solamente al auto que está asignado, no a cualquier vehículo. En la empresa no le van a permitir cargar a otro vehículo que no tenga la patente registrada y declarada como uso del parlamentario”, le aseguró a CIPER.
El secretario de la Cámara, Miguel Landeros, subrayó el mecanismo que utilizan para controlar el gasto en bencina de los diputados: “La forma de controlar internamente es a través de las tarjetas, y las tarjetas identifican el vehículo. Al echar combustible tienen que señalar el odómetro, y el RUT de la persona que echa la bencina. La tarjeta además tiene una clave, la persona que echa la bencina tiene que saber la clave”, indicó.
Otra pregunta sin respuesta: ¿Cómo obtuvo la clave del diputado Barrera la persona que cargó combustible en su nombre durante todo el mes de enero de 2020? Y otra más, ¿Por qué las estaciones de servicio permiten que carguen bencina, o diesel, personas que no forman parte del registro interno de la Cámara de Diputados?
Landeros agregó que si un familiar o un cercano a los diputados realiza cargas, sin estar contratado por el Congreso, lo que corresponde es realizar un “cobro por devolución” al diputado cuya tarjeta fue mal utilizada. “Entendemos que nunca se ha hecho un cobro por devolución cuando ha habido un familiar cargando”, aseguró Landeros a CIPER.
FAMILIARES CARGANDO BENCINA
La carga de bencina en vehículos fiscales por parte de personas ajenas al Congreso es algo que se repite al revisar los registros del diputado Cristóbal Urruticoechea (Republicano). Pero lo más complejo que pudo acreditar CIPER al revisar esa base de datos, es que el parlamentario no siempre estaba junto a sus familiares cuando estos realizaban las cargas de combustible.
Cada vez que la Cámara ha querido fiscalizar el gasto en bencina por parte de familiares, la excusa de los diputados es que los parientes que cargaron el combustible estaban junto a ellos a bordo del vehículo. Algo que no se puede comprobar. “Cuando el RUT que aparece (en la carga) es de un familiar, les preguntamos a los diputados y ellos dicen que van con el familiar a bordo del vehículo”, señaló el secretario de la Cámara, Miguel Landeros. Así los parlamentarios esquivan los descuentos monetarios de sus dietas.
Pero el caso de Urruticoechea es más complejo: cruzamos la base de datos de sus cargas de bencina con la de sus asistencias a las sesiones de la Cámara de Diputados, en Valparaíso. Por ejemplo, a las 14:42 del 28 de septiembre de 2021 el diputado Urruticoechea ingresó al hemiciclo de la Cámara en Valparaíso, y a las 14:55 su esposa, Tamara Küpfer, cargó $46.000 en bencina de 93 octanos en una estación de servicio de Los Ángeles (Región del Biobío). A esa hora los separaban 619 kilómetros.
Lo mismo ocurrió el 20 de julio de 2021. A las 10:07 Urruticoechea llegó a la sesión de sala en Valparaíso, y a las 10:49 su esposa cargó 48 litros de bencina en una bomba de Los Ángeles.
Uno de los automóviles que el diputado republicano tiene registrados en la Cámara fue cargado el 19 de octubre de 2020 por una persona que nada tiene que ver, ni con su equipo de asesores, ni con su familia: Manuel Almendras Quezada, quien por entonces era candidato a concejal por la comuna de Los Ángeles (como independiente en lista de RN).
La diputada Claudia Mix (Comunes) también registra cargas de bencina por parte de familiares y personas que no forman parte del Congreso. Su hija, Catalina Martínez Mix, figura cargando, al menos, cuatro veces entre diciembre de 2021 y mayo de 2022. En total gastó unos $160.000. También asociadas a vehículos de la diputada Mix aparecen las 22 cargas realizadas por Víctor Villar, un funcionario de la Municipalidad de Maipú, quien entre agosto de 2019 y agosto de 2021 acumula cargas por más de $600.000. En ese periodo, él no formó parte del grupo de asesores de la diputada Mix. Al menos, según el registro oficial.
Desde el equipo de Claudia Mix hicieron llegar a CIPER una respuesta por escrito ante nuestras preguntas:
– La diputada Claudia Mix no tiene licencia de conducir, por lo que la conducción siempre estará en manos de una o un tercero, ya sea personal de apoyo o cercano, para apoyarla en su traslado. Efectivamente, el conductor de turno es quien debe entregar su RUT, pero los autos asociados son exclusivamente los de la parlamentaria y su jefe de gabinete. La diputada mantiene una exigente agenda durante todo el año, incluídos los fines de semana.
Pero esa respuesta no explica porqué su hija y un funcionario de Maipú figuran realizando las cargas. Porque, por ejemplo, en su registro sí aparecen asesores contratados por el Congreso haciendo cargas y uno de ellos figura contratado como “administrativo”, denominación que da la Cámara a quienes, entre otras cosas, se desempeñan como conductores de los vehículos. Víctor Saravia figura en esa calidad y realiza cargas como la del 24 de julio de 2020 por $28.460 en una bomba de bencina en Paine. Otro asesor de Mix, además, realizó una carga en febrero de 2022: Alejandro Olave.
Otra diputada que registra familiares cargando bencina con su tarjeta fiscal es Viviana Delgado (Partido Ecologista Verde). Su marido, Daniel Espinoza, cargó con su RUT, al menos, 14 veces entre abril y noviembre de 2022. La diputada ecologista le dijo a CIPER que Espinoza ejerce las labores de chofer ad honorem:
– Lo que pasa es que no manejo. Hace muchos años yo casi choqué y no he podido volver a tomar un auto. Entonces cuando él anda conmigo o anda con el equipo, nosotros cargamos el auto. Yo uso el auto, de hecho el auto es mío. Pero como no manejo, lo hace él. Mira, la verdad es que nunca me llamó la atención que lo pudiera hacer él. Él me acompaña siempre en mi trabajo legislativo en el territorio, y cuando tengo que viajar al Congreso, también. No voy a pagar tampoco un chofer, si lo puede hacer mi esposo, le dijo la diputada Delgado a CIPER.
La parlamentaria agregó que no siempre ella viaja en el auto junto a su marido. Porque, en ocasiones, él también opera como chofer de su equipo de trabajo.
¿Su marido no tiene una actividad propia?
– No, si usted busca, él no tiene un pago en nada. Lo que pasa es que nosotros queremos ser una diputación austera. Y eso es lo que hemos hablado siempre, estamos tratando de gastar lo menos posible. No queremos gastar plata del Estado, si no corresponde.
Pero aquí podría ocurrir que usted le está facilitando a su marido un auto mantenido por el Congreso, con combustible del Congreso, para su libre disposición.
– No te puedo creer. Eso no lo sabía. Él no está trabajando en este momento y no vi un problema que él sea mi chofer y no pagado.
¿El Congreso sabe que su marido es parte del equipo, pero ad honorem?
– Pero es que no es parte de mi equipo. Es que yo no quiero pagar un chofer. Mira con el sueldo que yo gano, yo creo que no necesito estar pagándole a un chofer, si mi esposo puede hacer ese favor de llevar a mi equipo o trasladarme a mi, no veo el problema, señaló Delgado.
Pero quien sí le ve un problema a esa práctica es el presidente del Consejo de Asignaciones, Rabindranath Quinteros: “El auto es de uso del parlamentario, no del familiar”. Quinteros agregó que se debe investigar cualquier denuncia al respecto: “Por supuesto que se puede fiscalizar. Y para eso hay un Comité de Auditoría ante cualquier denuncia. Ellos saben que el vehículo es del parlamentario y no cualquiera puede llegar y echar bencina”.
Otra parlamentaria cuya carga de combustible se relaciona con su familia es Ana María Gazmuri (Acción Humanista): su pareja, Nicolás Dormal -quien, al igual que ella, es uno de los creadores de Fundación Daya-, aparece el 11 de octubre de 2022, cargándole $76.000 en combustible al vehículo que utiliza, en una estación de servicio en Vitacura. Ella explicó a CIPER que no tiene chofer, y que “en algunas ocasiones él (su pareja) me maneja. Y efectivamente, en una ocasión él me cargó, yo estaba al lado, sencillamente siendo mi pareja que me ayudaba en la conducción, nada más que eso». Afirmó que su vehículo solo es utilizado para su actividad parlamentaria.
BENCINA DURANTE LAS LICENCIAS MÉDICAS
Cuando le preguntamos al expresidente de la Cámara de Diputados entre 2020 y 2022, Diego Paulsen (RN), por qué el 26 de mayo de 2020 aparecía participando de una sesión de la Cámara al mismo tiempo que figuraba cargando $32.000 en bencina en una estación de servicio en Temuco, nos respondió que la tarjeta se la pasaba a su jefe de gabinete, quien cargaba en las bombas utilizando el RUT del parlamentario: “Yo no tenía tarjetas para mis asesores. Solo tenía la mía, y se la pasaba al jefe de gabinete para que la ocupara”, señaló Paulsen.
CIPER pudo constatar que, al momento de realizar la carga en las estaciones, otros asesores de parlamentarios también dan el RUT de su jefe para que quede en el registro. Esa es otra vulnerabilidad del sistema. Porque se supone que para poder trazar correctamente las cargas, es necesario que el sistema sepa exactamente quién las realiza. Es la única manera de que se puedan efectuar descuentos a los diputados que le pasan las tarjetas a sus familiares. Aunque hasta ahora la Cámara nunca le ha descontado un solo peso a un parlamentario por este ítem.
Diego Paulsen, exdiputado por el distrito 22 de La Araucanía, no asistió a la sesión de la Cámara del 11 de marzo de 2020. En el acta de esa sesión, se informa que el parlamentario estaba con licencia médica. Lo curioso es que a las 05:25 de la madrugada aparece una carga en su vehículo en una estación de servicio en Temuco ($31.000 por 48 litros de diesel). Ante eso el exdiputado le dijo a CIPER que “seguí trabajando, no cobré la licencia”.
Eso es una media verdad. Porque los registros del Congreso señalan que, producto de esa licencia, Paulsen no asistió a las sesiones de la Comisión de Vivienda del 4 y el 11 de marzo; tampoco a la sesión del 10 de marzo de la Comisión de Defensa, ni a la de Control del Sistema de Inteligencia, que se realizó el mismo día. El 17 de marzo de 2020 se reintegró a su trabajo parlamentario.
Quien también aparece cargando bencina mientras estaba vigente una licencia médica, es el exdiputado por Chillán y actual senador por la Región del Ñuble, Gustavo Sanhueza (UDI). Según los antecedentes recabados por CIPER, desde el 5 de septiembre de 2019 el entonces diputado estaba con licencia médica, la que se extendió por casi todo ese mes. Pero, en los registros de carga de bencina, él aparece en estaciones de servicio cargando combustible.
El 5 de septiembre de ese año, el día que comenzó a regir su licencia, cargó en una estación de La Dehesa. Sanhueza señaló que ese día lo atendió un médico por una dolencia en su tobillo -una secuela de un accidente que tuvo a los ocho años-, y que le dio una licencia por varias semanas. Dice que el doctor lo atendió la tarde de ese día, pero la licencia aparece vigente desde las 00:00 de ese 5 de septiembre. Esa licencia médica se renovó el 23 de ese mismo mes.
Ese día el actual senador aparece cargando $19.000 en una bomba de la Ruta 5 Sur. A CIPER le dijo que fue porque vino al médico a Santiago. Y sobre la carga del día siguiente ($25.000 en una bencinera en Paine), afirmó que fue cuando se devolvió a su casa en Chillán para cumplir con el resto de su licencia. “Ahora lo pienso y tal vez debiera haber cargado con mi tarjeta personal, y no con la del Congreso”, aseguró.
Durante los otros días de ese septiembre de 2019, los cuatro autos asociados al entonces diputado Sanhueza aparecen en los registros cargando combustible en estaciones de servicio de Copec y de Shell, pero todos asociados a su personal de apoyo.
ROBO DE TARJETA SIN DENUNCIA
La situación ocurrida al interior del equipo del diputado Boris Barrera (PC), revela con más claridad la vulnerabilidad del sistema. Según detectó CIPER, uno de los autos registrados por una asesora del parlamentario aparece con cargas muy extrañas y muy seguidas: el 23 de enero de 2020 cargaron a las 20:48 y a las 21:16, cada carga fue por $100.000 en una estación de servicio en Ovalle.
El odómetro del vehículo (el cuentakilómetros), según el registro, saltó de 74.727 kilómetros recorridos a 79.530 en solo 28 minutos. En enero de 2020 el vehículo asociado al equipo del diputado Barrera registró cargas de bencina por $1,7 millones ¿Qué ocurrió?
CIPER le consultó al parlamentario por esos registros. Su respuesta fue que en ese tiempo una de sus asesoras extravió su tarjeta de carga: “Cuando nos llegó el gasto en marzo, nos dimos cuenta, le avisamos al secretario general (de la Cámara) que ese gasto no era nuestro porque había cargas fuera del distrito y de la región, o sea, imposible que fuera nuestro. Le preguntamos a la persona que usaba la tarjeta y claro, recordó la última vez que había echado bencina, y cuando buscó la tarjeta, ya no la tenía”, aseguró el diputado.
Con esa tarjeta extraviada se realizaron 28 cargas de combustible entre el 3 y el 30 de enero de 2020, en bombas de bencina de Quinta Normal (Santiago), Viña del Mar, Quillota, Ovalle y Coquimbo. El RUT asociado a esas cargas corresponde al contador Michell Herrera Carreño. CIPER lo contactó en su actual trabajo, la empresa de ingeniería Geodetec, pero él lo negó todo. Dijo que no conocía al diputado, que no sabía de qué le estábamos hablando y que no tenía nada que ver con este asunto. A medida que le fuimos entregando antecedentes, su ánimo se alteró. En un momento negó que su número de RUT fuera correcto, y luego colgó el teléfono.
El diputado Barrera señaló que alertaron de esta situación a la Cámara de Diputados, y que luego se desentendieron. El secretario general de la Cámara, Miguel Landeros, afirmó que no se realizó una denuncia ante la Justicia. La empresa distribuidora de combustible debió retornar parte del dinero defraudado a la Cámara de Diputados, por su responsabilidad en no chequear los antecedentes de la persona que estaba cargando la bencina. “Yo revisé la página y ahí ellos dicen que tienen un sistema seguro, pero no tenían ninguna seguridad en el uso de las tarjetas. Ahí constatamos que el sistema no era seguro”, afirmó a CIPER el parlamentario.
MILLONARIOS GASTOS EN BENCINA
En la corporación de la Cámara de Diputados, entidad que no solo paga las asignaciones de los parlamentarios, sino que también maneja un staff permanente de personal que labora en las dos sedes del Congreso -en Santiago y Valparaíso- también disponen de choferes que cargan combustibles con estas tarjetas. Estos conductores manejan vehículos que forman parte de una flota de la Cámara y pueden movilizar a funcionarios del Congreso, pero también a parlamentarios, en especial a presidentes y vicepresidentes de la mesa directiva de la entidad, encargados de dirigir las sesiones legislativas.
Según los registros que tuvo a la vista CIPER, tres de estos choferes cargaron combustible en días de febrero de distintos años, mientras el Congreso se encontraba en receso.
Se trata de los choferes Pedro Leiva, Alejandro Encina y Daniel Rojas. El primero cargó el 3 de febrero de 2021 y el 11 de febrero de 2022. Encina figura con cargas el 4 de febrero de 2021 y el 1 de febrero de 2022. Mientras que Rojas aparece en la base de datos echándole bencina a un auto fiscal los días 25 y 28 de febrero de 2021.
El secretario de la Cámara, Miguel Landeros, señaló a CIPER que en febrero esos autos no se ocupan ni se cargan con bencina, “porque está cerrado el Congreso”, dijo. Pero al ser consultado por estos casos específicos, aseguró que se trató de visitas a La Moneda realizadas por algún presidente o vicepresidente de la mesa, aunque no quiso ahondar en detalles.
Según los reportes de Mercado Público, solo entre abril y noviembre de este año, la Cámara de Diputados ha desembolsado $533 millones en el ítem “recarga tarjetas de combustible”. La empresa que lidera, por lejos, ese gasto es Copec, que le ha cobrado $455 millones a la corporación. Luego le sigue Shell (Enex) con $62 millones, y por último Petrobras (Esmax Distribución) con $16 millones.