Desastre total: show de despedida de Daddy Yankee puso en riesgo a decenas de miles de personas

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Un desastre total. El primer concierto de despedida de Daddy Yankee en Chile estuvo marcado por un caos organizativo de comienzo a fin, que puso en riesgo a decenas de miles de espectadores la noche de este martes en el Estadio Nacional. Según Carabineros, más de 4 mil personas entraron a la fuerza al recinto ñuñoíno sólo considerando el acceso de Pedro de Valdivia, pero de acuerdo a la productora Bizarro Live Entertainment, organizadores de las tres fechas de “La Última Vuelta World Tour”, el espectáculo se llevó a cabo “bajo un estricto protocolo de seguridad y logística”.

Los problemas comenzaron alrededor de las 18:00 horas, cuando el acceso de avenida Grecia fue cerrado intermitentemente luego que se registraran agresiones a trabajadores de seguridad y producción. En efecto, centenares vulneraron el recinto, tal como quedó en evidencia en diversos videos que se viralizaron en redes sociales.

Cuando el acceso de avenida Grecia quedó clausurado, los desórdenes se trasladaron al ingreso por Pedro de Valdivia (Galería, Andes y Cancha Vip), mientras desde las graderías del estadio los asistentes testificaban cómo las ubicaciones respectivas no se respetaban.

 

Dentro del inmueble la incertidumbre no era poca: los sectores de Cancha General y Cancha Vip quedaron al borde del colapso, mientras otros aprovecharon el caos de los accesos para, dentro del mismo estadio, pasar de las galerías a la explanada.

Ese era el panorama cuando a las 19:55 horas arrancó el aplaudido show telonero de Polimá Westcoast, quien en sus intervenciones omitió por completo la coyuntura“My blood”, “Sextime” y por supuesto el hit internacional “Ultra Solo”, fueron las cartas ganadoras del chileno-haitiano que se despidió entre elogios.

Fue ahí cuando espontáneamente desde las tribunas de Pacífico los asistentes más privilegiados de la noche (quienes advertían desde sus butacas el desorden reinante), iniciaron un irreproducible coro de desagravio contra la productora Bizarro, que incluyó rabia, ironía y alusiones genitales.

La intervención de Carabineros apaciguó en parte las avalanchas en el Estadio Nacional, al mismo tiempo que por televisión el Subsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara, ponía en duda la realización de las dos fechas restantes de “La Última Vuelta World Tour”, pactadas para este miércoles y jueves en el mismo inmueble.

“Tenemos que evaluar si quien organizó el evento cumplió con lo que tenía que cumplir, pero claramente las imágenes que hemos visto en estos minutos hablan de que hay una incapacidad de quien está organizando este evento, para garantizar que las personas puedan acudir en paz y tranquilidad”, señaló en Canal 13.

“La prioridad en un evento masivo es la seguridad de la persona. Además, estamos hablando de un evento que es pagado, donde hay un responsable, que es el organizador del evento, que tiene que cumplir con los estándares básicos de seguridad. Eso significa garantizar que las personas que asistan a estos eventos tengan tranquilidad”, agregó.

Mediante redes sociales, el gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, fue más allá: “Si mañana no hay un plan de seguridad en serio para 2do recital de #DaddyYankee, liderado por el gobierno con Carabineros y la productora, o éste se debe suspender por falta de garantías para el público (sic). Lo de hoy es inaceptable y no se puede repetir”, escribió en Twitter.

La respuesta de Bizarro fue tan dura como el emplazamiento de las autoridades: “Bizarro Live Entertainment declara que cumplió con todo y en mayor cantidad a lo exigido por la autoridad, por tal motivo la delegación presidencial fiscalizó y aprobó el evento a través de la conformidad emitida bajo la circular 28 que regula los eventos masivos, no existiendo ninguna incapacidad de quien está organizando, sino más bien de quienes son responsables de lo que sucede con los delitos en las calles y alrededores de los recintos donde éstos se desarrollan”.

El show de despedida de Daddy Yankee, que quedó absolutamente en segundo plano tras los desmanes en el Nacional, comenzó alrededor de las 21:15 (15 minutos antes de lo acordado) y se extendió por dos horas y más de 30 canciones. Un caudal de hits que el público (por lo menos 70 mil, incluyendo avalanchas) coreó sin pausas y a pesar de innecesarias dosis de incertidumbre, inseguridad y desconcierto.

“¿Qué es lo más difícil? Desprenderme del cariño de la gente. Existen los premios y los hits, pero el respeto se trabaja… Esos son los verdaderos códigos”, comentó Daddy Yankee a modo de moraleja en el momento más solemne de la noche, ya casi al final, minutos antes que la productora a cargo emitiera sus explicaciones de lo sucedido.

Por si fuera poco, la salida del estadio fue otro dolor de cabeza para centenares de asistentes, que demoraron horas en su regreso a casa. También hubo robos y destrozos a autos particulares cerca del recinto.

Para este miércoles se espera un pronunciamiento del Servicio Nacional del Consumidor (Sernac), así como una reunión de emergencia entre los organizadores y las autoridades locales.

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