El juez Raúl Díaz, en la audiencia de lectura de veredicto, relató que si bien las pericias confirmaron la participación de Rojas en el crimen, su testimonio donde confesó el ilícito también fue clave para condenarlo.
Díaz también criticó los lentos avances en la indagatoria, pese a las pistas que mostraban que Rojas estaría detrás de la desaparición de la joven. A su juicio, había antecedentes para imputarle al menos una obstrucción a la investigación cuando el cuerpo de Maciel aún no aparecía.
Los hechos
Todo se remonta al 10 de febrero de 2018, cuando la joven embarazada salió de su casa en dirección a una bodega ubicada a pocos metros. Ahí se le perdió el rastro para siempre.
Dicha bodega era cuidada por su vecino, Felipe Rojas, quien negó estar implicado en la desaparición. Junto con ello, la propiedad fue objeto de intensas pericias, sin resultados positivos.
Fue así como pasaron largos meses en que la familia y la pareja de Fernanda Maciel lideraron la búsqueda de la joven, manteniendo viva su desaparición en los medios de comunicación para que su caso no pasara al olvido.
Si bien Rojas siempre fue apuntado como el principal sospechoso, la falta del hallazgo del cadáver de Maciel evitó cualquier evolución en su situación judicial.
Los nulos avances cambiaron en junio de 2019, cuando una expolola de Rojas entregó un dato clave a la investigación: el sujeto le habría confesado que cometió el crimen y le apuntó en qué sector estaba enterrado el cuerpo de la mujer.
Fue así como la noche del 24 de junio de ese año se realizó una nueva pericia en la bodega, la que por fin tuvo éxito. El cuerpo de Fernanda Maciel siempre estuvo enterrado allí y había muerto el mismo día en que desapareció.