Una nueva modificación tuvo el mapa político en Sudamérica, tras la victoria de Gustavo Petro en las elecciones presidenciales de Colombia. De este modo, la derecha latina pierde un nuevo bastión, que se había mantenido en el uribismo durante años.
Ya se habla del denominado “eje progresista” en el que figura también el Presidente Gabriel Boric. De este modo, Petro se sumará al listado que conforman el argentino Alberto Fernández y el mexicano Andrés Manuel López Obrador, conocido como AMLO.
Petro lo anticipó en entrevista con El País. “Si usted gana y Lula lo hace en Brasil, ¿se crea con Boric en Chile un nuevo eje Latinoamericano?“, consultó la directora Pepa Bueno. “Indudablemente. Una América Latina que ponga en valor el conocimiento, la cultura y la agricultura”, remarcó el candidato colombiano.
El mapa político de América Latina con Petro
Se trata de una izquierda latina con matices, en consideración a los programas del boliviano Luis Arce y el peruano Pedro Castillo, cada uno con sus crisis, contingencias y posturas.
Punto aparte es el gobierno de Nicolás Maduro. El eje progresista no ha hecho fusión con el régimen, aunque sí se ha hablado de relaciones amistosas, una “buena vecindad” como afirmó Gustavo Petro, dados los 2.200 kilómetros que Colombia comparte con Venezuela.
El paralelismo más estrecho lo tiene Petro con la llegada de AMLO al poder. “Es un cambio histórico, porque eran los únicos dos grandes países de América Latina que no habían tenido un Gobierno de izquierda. Eso nos habla, en primer lugar, de un cambio estructural de los electorados”, comentó a El País Humberto Beck, académico del Centro de Estudios Internacionales del Colegio de México.
Ya con los resultados consolidados en Colombia, Iván Duque dejará el cada vez más reducido grupo de centro derecha y derecha que solía compartir con Sebastián Piñera y Mauricio Macri, ya fuera del poder, aunque el segundo podría arremeter nuevamente.
En dicho clan sólo restan Luis Lacalle Pou en Uruguay, Mario Abdo en Paraguay y Guillermo Lasso en Ecuador.
¿Qué pasará con Brasil?
Pero no todo se trata de países hispanohablantes, porque el país más grande de Sudamérica tiene su propia historia. En octubre se realizarán las elecciones presidenciales en Brasil, en la que el ultra conservador Jair Bolsonaro buscará la reelección.
El actual mandatario es quien encabeza el eje de derecha en la región, aunque su permanencia tambalea con el regreso de Luis Inácio Lula da Silva a la arena política. Recordemos que hace unas semanas, Lula confirmó que también participará.
“Si llegase a elegirse Lula en Brasil ya estaríamos hablando de un bloque progresista, democrático, que podría comenzar a retomar algunos de los temas de la agenda de la región que se habían comenzado a promover y desarrollar durante la llamada ola rosada de inicios de los 2000″, comentó Arlene Tickner, profesora de relaciones internacionales de la Universidad del Rosario, en Bogotá.
En otro matiz, y ya en el terreno de los liderazgos, la académica Sandra Borda indica que “si uno se quiere perfilar como un líder regional y mover la integración regional en alguna dirección tiene que tener músculo diplomático, una cancillería fortísima; Itamaraty en Brasil es una cosa monstruosa, Colombia no tiene eso. No veo a Petro siendo el líder, lo veo sumándose con entusiasmo. Colombia no tiene tanto músculo diplomático“.