El proyecto del Casino Dreams en Talca avanza en medio de cuestionamientos ambientales y urbanísticos. Con una inversión de 21 millones de dólares, el recinto se construirá en los terrenos de la ex Fital, una zona históricamente afectada por inundaciones en temporadas de lluvias intensas.
A pocos metros del predio se encuentra el Humedal Urbano Cajón del Río Claro y Estero Piduco, un ecosistema de más de 300 hectáreas clave para la regulación hídrica y la biodiversidad local. Organizaciones ambientales y vecinos han expresado su preocupación por el posible impacto de la construcción en la recarga hídrica y la calidad del agua del humedal.
El proyecto ha pasado por diversas instancias, incluyendo la Seremi del Medio Ambiente, la Dirección de Obras Hidráulicas y la Dirección General de Aguas. Sin embargo, un actor clave en la decisión final es la Delegación Presidencial, que encabeza la Comisión de Evaluación Ambiental (Coeva), organismo encargado de aprobar, rechazar o condicionar proyectos de alto impacto.
De acuerdo con la Ley Nº19.300, las Coeva están integradas por Seremis de distintas carteras y tienen la responsabilidad de calificar ambientalmente los proyectos, asegurando que cumplan con los requisitos de sostenibilidad y mitigación de impactos.
Decisión pendiente y postura crítica de la comunidad
El futuro del Casino Dreams Talca sigue en evaluación, mientras persisten dudas sobre su impacto ambiental y urbano. La decisión de la Delegación Presidencial y la Coeva será clave para determinar si el proyecto avanza sin restricciones o si deberá cumplir con mayores exigencias.
Mientras tanto, organizaciones ambientales y vecinos mantienen su postura crítica, advirtiendo que cualquier alteración del Humedal Urbano Cajón del Río Claro y Estero Piduco podría traer consecuencias irreversibles para la ciudad.
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