En una manifestación sin precedentes, llevada a cabo el domingo 17 de marzo, un considerable grupo de alemanes residentes en la antigua Colonia Dignidad, también conocida como Villa Baviera, en las estribaciones de Parral, realizaron una protesta simbólica exigiendo la reparación de los daños morales y materiales que han sufrido a lo largo de los años.
Estas personas son hijos de quienes llegaron a Chile en la década de los 60, siguiendo a Paul Schäfer desde Alemania, o bien, fueron niños durante ese período. Crecieron bajo el estricto y despiadado régimen impuesto por el líder alemán en este enclave, con la complicidad de un grupo de jerarcas y colaboradores chilenos.
De acuerdo con testimonios ante la justicia, tanto de quienes lograron escapar como de los residentes actuales, Schäfer solía separar a los menores de sus padres para rodearse de niños alemanes y chilenos, mientras que los adultos y jóvenes eran sometidos a trabajos forzados en la agricultura o como artesanos, sin horarios, descanso ni remuneración.
Tras la fuga de Schäfer y su posterior detención en Argentina, siendo extraditado y falleciendo en un hospital penitenciario en Chile, los residentes más jóvenes pudieron viajar a Alemania para reunirse con sus familias o iniciar una nueva vida. Sin embargo, los más adultos quedaron atrás en la Villa Baviera.
Es en este contexto que, por primera vez, estos colonos levantaron sus demandas insatisfechas y llevaron a cabo una protesta bloqueando el acceso a la Villa Baviera el pasado domingo, denunciando la continua operación de empresas vinculadas a los antiguos jerarcas de Schäfer.
El abogado Winfried Hempel, conocido por representar a víctimas chilenas de Schäfer y sus colaboradores, destacó la valentía de estos alemanes residentes en la Villa Baviera al organizarse y protestar, señalando que se sienten explotados en actividades como el turismo, que pretenden mostrar una falsa normalidad.
“Han denunciado que se les adeudan 45 años de salarios e imposiciones, exigen la entrega de tierras para reconstruir sus vidas y señalan la existencia de un ‘Clan de Familias’ que administra los bienes de las víctimas como botín, compuesto por los hijos de los ex jerarcas”, subrayó Hempel.
Además, el abogado resaltó otras denuncias que apuntan a una “administración desleal y corrupta que saquea los bienes destinados a la reparación. A pesar de ocho gobiernos democráticos desde el fin de la dictadura, persiste esta estructura perversa, transformada y mutada de manera camaleónica”.
Hace dos años, las empresas propietarias de la Villa Baviera compensaron con 450 millones de pesos a las víctimas de delitos sexuales cometidos por Paul Schäfer y su grupo de colaboradores chilenos.
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