La ciudad de Curicó conmemora 281 años de historia desde su fundación, celebrando su legado colonial, sus profundas raíces agrícolas y su riqueza cultural. Ubicada en la Región del Maule, Curicó fue fundada el 9 de octubre de 1743 por el gobernador José Antonio Manso de Velasco bajo el nombre de San José de Buena Vista. Su nombre actual proviene del mapudungun, donde “Curicó” significa “agua negra”. Originalmente fundada en la localidad de Tutuquén, fue más tarde trasladada a su ubicación actual en las cercanías del cerro Buena Vista, hoy conocido como cerro Carlos Condell.
Habitada en sus orígenes por los indígenas Curis, quienes dieron nombre a la región por el tono oscuro de las tierras cercanas a los arroyos, Curicó ha evolucionado hasta convertirse en un símbolo de la tradición agrícola de Chile. La ciudad es reconocida a nivel nacional e internacional por su destacada producción de vinos y frutas, pilares de su economía y cultura.
Curicó se sitúa a 200 metros sobre el nivel del mar y es la capital provincial, con una población cercana a los 114.000 habitantes. A lo largo de los años, se ha consolidado como un centro clave de comercio y comunicaciones. Entre sus lugares emblemáticos destacan la avenida Manso de Velasco y su Alameda, que con su variada flora ofrecen un espacio natural ideal para el esparcimiento. Desde el Cerro Carlos Condell, con 99 metros de altura, los visitantes pueden admirar una vista privilegiada de la ciudad y la imponente Cordillera de los Andes.
281 años de historia y tradición
El centro de Curicó alberga su icónica Plaza de Armas, declarada Zona Típica en 1986 y también conocida como la Plaza de las Palmeras, gracias a las 60 imponentes Phoenix canariensis que la rodean. En el corazón de este espacio se encuentra un quiosco de fierro fundido de estilo Nueva Orleans, construido en 1805, que añade un toque histórico al entorno. A pocas cuadras se erigen la Iglesia del Carmen y la Iglesia San Francisco, monumentos que preservan la profunda historia de fe y tradición de la ciudad.
Entre las celebraciones más emblemáticas de Curicó, destaca la Fiesta de la Vendimia, que cada marzo rinde homenaje a la herencia vitivinícola de la región en colaboración con las viñas locales. Uno de los mayores atractivos de esta fiesta es la fuente del vino, símbolo regional donde los visitantes pueden disfrutar de vino gratis en un ambiente festivo.
La flora y fauna de Curicó reflejan la riqueza natural de la zona central de Chile, con especies como el puma, zorros y el majestuoso cóndor, además de una diversidad de árboles nativos como el litre, peumo y quillay. La gastronomía local es también un referente, destacándose platos tradicionales como el arrollado de chancho y las empanadas, acompañados por una selecta variedad de vinos y chichas. Las famosas “tortas curicanas” han ganado renombre en todo el país como una auténtica delicia de la región.
Hoy, Curicó celebra su 281º aniversario con la vista puesta en el futuro, pero siempre honrando su herencia cultural y agrícola, que han sido los cimientos de su identidad a lo largo de los siglos.
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