una verdadera noche de furia que envolvió a la comuna de Panguipulli, esto luego de las protestas por la muerte de un malabarista a manos de Carabineros en el centro de la ciudad.
Según indicó el comandante del cuerpo de Bomberos de Panguipulli, Rodolfo Zúñiga, las labores de extinción de las llamas continuaron hasta la madrugada, logrando controlar la emergencia y centrándose en eliminar riesgos de rebrote, remoción de escombros e inspección de las estructuras destruidas.
Si bien el directivo no entregó una lista completa de las instituciones debido a que aún se encontraban en plenas, labores, Radio Bío Bío pudo constatar que entre ellas está la Municipalidad de Panguipulli, el Departamento Social Municipal, Correos de Chile, ChileAtiende, el Registro Civil, Juzgado de Policía local, Essal y Recursos humanos de la Municipalidad. Además, se registró un intento de saqueo contra una sucursal del banco BCI.
Hasta la comuna lacustre tuvieron que concurrir 7 cuerpos de bomberos de distintos lugares de la Región de Los Ríos, además de la totalidad de compañías de bomberos de Panguipulli.
Zúñiga también indicó que el personal de bomberos debió replegarse en varias oportunidades debido a agresiones de los propios manifestantes, resultando tres voluntarios lesionados: dos por radiación de fuego y uno por impacto de piedras.
En ese sentido, el comandante explicó que el incendio que destruyó totalmente el edificio consistorial fue especialmente complejo de combatir, ya que “fue atacado por todos los flancos”, y se debió ordenar el retiro de los voluntarios que llegaron a combatirlo debido a la “lluvia de piedras” que recibió el personal de emergencias.
La situación se hizo más grave por la especial preocupación de que en la bodega de la municipalidad había 200 litros de combustible, los que lograron se retirados sin que se inflamaran, sin embargo explicó que al interior de la estructura aún existían grandes cantidades de amonio cuaternario y otros desinfectantes que se estaban usando para acciones contra la pandemia de covid-19, por lo que unidades especializadas Hazmat trabajaban en retirarlas sin riesgo para los voluntarios o la población.